viernes, diciembre 21, 2012

El problema del mal escalamiento tecnología-tiempo

Buen día.

En nuestra anterior entrada sobre la naturaleza de la tecnorevolución, nos preguntábamos hacia donde iba la humanidad, al ser capaz de adaptar el ambiente a sus necesidades mientras éste lo adapta a él también, en un bucle cerrado. Si bien por ahora nopodemos dar una respuesta certera a esa pregunta, se pueden plantear numerosas hipótesis basándonos en los desarrollos actuales, la historia, y los visionarios que mostramos caminos posibles ante la creciente ola de incertidumbre y vértigo que genera el cambio de nuestra era. Pero lo que si podemos es desmentir una de las visiones más apoyadas y, suguiero yo, más irreales, de lo que será el futuro: un futuro donde las máquinas nos superen y nos dobleguen.

No lo voy a negar, fui un gran fan de Matrix cuando salió, seguí todas sus películas, sus animatrix, y por mucho tiempo su estilo post-apocalíptico y cyberpunk influyó mucho en mi forma de pensar e incluso en mi estética. Pero cuando entré a estudiar ciencias electrónicas, y vi los avances y limitaciones de la propia tecnología, mi visión fue cambiando de un escenario desolado y controlado por máquinas, a uno donde las máquinas funcionaban para "aumentar" al ser humano, es decir, para desarrollarlo hasta llegar a la singularidad tecnológica.

Spooner hablando con Sony, en "I robot"


Los maestros de la ciencia ficción se deleitan con películas donde los robots nos destruyen, o nos someten. En "Yo Robot" (Alerta de spoilers), por ejemplo, Vicky (la mainframe que controla a todos los robots) decide que el ser humano no es apto para cuidarse a sí mismo, y para cumplir las leyes de la robótica, los obliga a un toque de queda. Curiosamente, un robot con "libertad de elección" y un ser humano con un brazo robótico, permiten la liberación de la humanidad del yugo de la inteligencia artificial que decidió por ellos. Y nombro esta obra de Isaac Asimov, pero más particularmente la película protagonizada por Will Smith, porque es ahí donde se vislumbra el error fundamental de la ciencia ficción al pensar que seremos controlados por las máquinas. Spooner, el protagonista, tiene un implante en su brazo que reemplaza al brazo natural, el cual perdió en un accidente. Ese implante será parte de nuestra tesis central en este escrito.


El error al que nos referimos en las historias de ciencia ficción estriba en asumir que el robot, como creación humana, llegará a ser una máquina similar a un ser humano ANTES de que el ser humano se convierta en algo más allá de su propia humanidad, gracias a precisamente la misma tecnología que se encuentra avanzando. 


Me explico: Un celular, como aparato, parece sencillo. Todos lo tenemos, lo usamos continuamente, y para unos ya es una herramienta indispensable en su diario vivir. Pues bien, yo nací en la época donde no habían celulares, y vi la transición de una sociedad con pocos medios de comunicación colaborativos, a una donde las redes sociales y los dispositivos inteligentes son la regla. Y de lo que puedo estar seguro, es que el celular no solo cambió la forma en que nos comunicamos, sino que abrió todo un nuevo abanico de posibilidades humanas, transformó la sociedad, y al ser humano que usa el dispositivo. De hecho, ningún objeto se desarrolla de manera aislada en el mundo. Cualquier diseño objetual interactúa con el ser humano, transforma el contexto del usuario, y cambia también al usuario. El celular no solo nos permite conectarnos de manera instantánea con otras personas, también genera toda una serie de efectos descubiertos parcialmente por la cyborgantropología, como la expansión de memoria, la importancia del avatar virtual, los "no lugares" (para saber más de estos temas, recomiendo consultar la bibliografia de Amber Case, experta en cyborgantropología, y a la que tuve el placer de conocer), la satisfacción inmediata, el avance en nuestra transformación en cyborgs, etc. A lo que voy es que este único avance tecnológico revolcó totalmente la sociedad.

Amber Case, experta en cyborgantropología: http://cyborganthropology.com/Amber_Case

Ahora bien, de este instante (finales del año 2012), a la creación del robot similar al ser humano, ¿Cuánto tiempo falta? ¿Cuántos avances en ciencia y tecnología se llevarán a cabo?, ¿Cuantos de estos avances no se introducirán en el mundo como nuevos dispositivos, cambiarán al ser humano, al entorno, y plantearán nuevas rutas de desarrollo? ¿ Y cómo cambiará el ser humano de acá a que un robot tenga una similitud con el hombre gracias a todos esos dispositivos que fueron introducidos en el entorno del hombre? La humanidad no se queda quieta mientras la tecnología se desarrolla. El hombre se transforma, se adapta y adapta la nueva tecnología a sí mismo. Esta tecnología expande los límites de ese hombre, y le permite usar otros mecanismos que dependen de la tecnología anteriormente asimilada. El brazo robótico de looper es una muestra de cómo la tecnología ingresa en el ser humano y lo convierten en algo más, algo más fuerte, más ágil, más resistente que la carne. Algo más allá de un ser humano actual. ¿No será que para la época en que tengamos un robot con conciencia, ya habremos alcanzado la singularidadad tecnológica como humanos? Pues viendo las condiciones de desarrollo actual, creo que todavía hace falta mucha ciencia, muchos desarrollos y transformaciones humanas, y sobre todo, muchos cambios en la humanidad como tal.

Otro límite en el desarrollo de un robot que pueda doblegar a un ser humano no estriba en la tecnología como tal, sino en el desarrollo de otras ciencias, como la psicología. Si no entendemos de manera precisa el mecanismo de constitución de la conciencia, ¿Cómo podemos simularla?, si no tenemos claridad en qué es la vida, ¿Cómo podemos reproducirla artificialmente? Si ni siquiera nos hemos puesto de acuerdo en qué es la inteligencia, ¿Cómo podríamos saber que un robot es más inteligente que nosotros? Tenemos entonces por un lado que tanto la sociedad como el propio ser humano se transforman a partir de las invenciones tecnológicas necesarias para crear un robot capaz de doblegarnos (por lo que se plantea otra dificultad, y es que no tenemos ni idea de cómo será el contexto en que esa entidad surgirá, en caso de que lo haga), y por otro lado, que la existencia de dicho robot depende de otras ciencias para que se lleve a cabo, como la psicología, la neurología, y hasta la etología. Pero hay un tercer y cuarto elemento que no hemos tenido en cuenta: la optimización del ser humano y la fusión tecnológica.

La optimización del ser humano se entiende como la capacidad de mejorar las capacidades del hombre por medios no electrónicos. Hablamos de manipulación genética, alimentos transgénicos, con proteinas, con mejoradores de capacidades como la memoria o los procesos digestivos, implantes biológicos liberadores de proteinas, estimuladores musculares, etc. La fusión tecnológica se entiende como el proceso mediante el cual el hombre adquiere artefactos y los fusiona con su cuerpo para optimizar su funcionamiento. Este es el caso del implante de Spooner: el hecho de que él tenga ese brazo no lo hace completamente humano, lo hace un cyborg. ¿Quién nos asegura que no seremos cyborgs para cuando podamos construir un robot con capacidades humanas? Una inyección de nanobots que mantengan nuestro cuerpo en óptimas condiciones es un implante a nivel celular. Un dispositivo que sea capaz de transmitir nuestros pensamientos de manera inalámbrica es un implante, un casco que nos permita controlar todo a través de la mente, ropa inteligente, dispositivos de expansión mental... por no hablar muy lejos, tenemos las redes de area corporal en pleno desarrollo (BAN, por sus siglas en inglés, de las que hablaré en futuros post) y hasta las Google glass son un implante que llegará al mercado pronto y que, al igual que el celular, revolucionará completamente nuestra sociedad por su introducción a la realidad aumentada "on the go" (otro tema del que hablaremos en futuros post).

Google Glasses, un proyecto de google: https://plus.google.com/+projectglass/posts


Así que, podemos seguir viendo explosiones espaciales, robots que nos destruyen, redes que nos manipulan y nos hacen vivir realidades alternas, y todo un sinfin de artilugios imaginativos para hacernos pagar una boleta de cine. Pero yo puedo tener la certeza, casi completa, de que en el momento en que surja un robot con capacidades complejas, nosotros, gracias a la optimización del ser humano y a la fusión tecnológica, sumando a eso la transformación del contexto, estaremos muy lejos de ser lo que una vez fuimos. De hecho, se plantea la duda de si, tal vez, debamos estar en la singularidad para tener las capacidades de construil tal tecnología.

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